Día internacional de la esclerosis múltiple. La esclerosis múltiple es una enfermedad del cerebro y la médula espinal (el sistema nervioso c...
La esclerosis múltiple es una enfermedad del cerebro y la médula espinal (el sistema nervioso central) que puede provocar discapacidad.
Con la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca la vaina protectora (mielina) que recubre las fibras nerviosas y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Con el tiempo, la enfermedad puede provocar el deterioro o el daño permanentes de las fibras nerviosas.
Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple varían mucho en los distintos pacientes y dependen de la ubicación y la gravedad del daño a la fibra nerviosa en el sistema nervioso central. Algunas personas con esclerosis múltiple avanzada pueden perder la capacidad de caminar sin ayuda o por completo. Otras personas pueden tener largos períodos de remisión sin presentar síntomas nuevos, según el tipo de esclerosis múltiple que tengan.
La esclerosis múltiple no tiene cura. No obstante, existen tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación de las crisis, cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas.
Síntomas
Daño en el sistema nervioso relacionado con la EM
Daño en la mielina y el sistema nervioso
Los signos y síntomas de la esclerosis múltiple pueden variar mucho según la persona y durante el transcurso de la enfermedad, según la ubicación de las fibras nerviosas afectadas.
Entre los síntomas comunes se incluyen:
Entumecimiento o debilidad en una o más extremidades que se produce comúnmente en un lado del cuerpo a la vez.
Hormigueo
Sensaciones de choques eléctricos que se producen con ciertos movimientos del cuello, en especial, al inclinarlo hacia adelante (signo de Lhermitte)
Falta de coordinación
Marcha inestable o incapacidad para caminar.
Pérdida de la visión parcial o completa, por lo general en un ojo a la vez, a menudo con dolor al mover el ojo
Visión doble prolongada
Visión borrosa
Vértigo
Problemas con la función sexual, los intestinos y la vejiga
Fatiga
Habla arrastrada
Problemas cognitivos
Trastornos del ánimo
Cuándo consultar al médico.
Evolución de la enfermedad
En la mayoría de las personas con esclerosis múltiple la enfermedad tiene un curso recurrente-remitente. Tienen períodos con síntomas nuevos o recaídas que aparecen durante días o semanas y, por lo general, mejoran en forma parcial o total. Estas recaídas están seguidas de períodos tranquilos de remisión de la enfermedad que pueden durar meses e incluso años.
Los pequeños aumentos en la temperatura corporal pueden empeorar de manera temporal los signos y síntomas de la esclerosis múltiple. Estos no se consideran recaídas de la enfermedad, sino pseudorrecaídas.
Al menos entre el 20 % y el 40 % de las personas que tienen esclerosis múltiple recurrente-remitente quizás finalmente desarrollen una progresión constante de los síntomas, con o sin períodos de remisión, en un plazo de 10 a 20 años a partir de la aparición de la enfermedad. Esto se conoce como esclerosis múltiple secundaria-progresiva.
Si los síntomas empeoran, en general, se convierten en problemas de movilidad y de marcha. La tasa de progresión de la enfermedad varía enormemente entre las personas con esclerosis múltiple secundaria-progresiva.
Algunas personas con esclerosis múltiple presentan un inicio gradual y una progresión constante de los signos y síntomas sin recaídas, lo que se conoce como esclerosis múltiple primaria-progresiva.
Causas
Se desconoce la causa de la esclerosis múltiple. Se considera una enfermedad de origen inmunitaria en la cual el sistema inmunitario del cuerpo ataca a sus propios tejidos. En el caso de la esclerosis múltiple, este mal funcionamiento del sistema inmunitario destruye la sustancia grasa que recubre y protege las fibras nerviosas del cerebro y la médula espinal (mielina).
La mielina se puede comparar con el aislamiento que recubre los cables eléctricos. Cuando la mielina protectora se daña y la fibra nerviosa queda expuesta, los mensajes enviados a través de esa fibra nerviosa son más lentos o se interrumpen.
No está claro por qué la esclerosis múltiple se manifiesta en algunas personas y en otras no. Parece deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales.
Factores de riesgo
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener esclerosis múltiple:
Edad. La esclerosis múltiple puede presentarse a cualquier edad, pero su aparición suele ocurrir entre los 20 y 40 años. Sin embargo, pueden verse afectadas personas de menor y mayor edad.
Sexo . Las mujeres tienen de 2 a 3 veces más probabilidades que los hombres de presentar esclerosis múltiple recurrente-remitente.
Antecedentes familiares. Si uno de tus padres o hermanos tuvo esclerosis múltiple, el riesgo de que tengas la enfermedad es mayor.
Determinadas infecciones. Diversos virus se asocian a la esclerosis múltiple, entre ellos, el de Epstein-Barr, el cual provoca la mononucleosis infecciosa.
Raza. Las personas de piel blanca, en especial las de descendencia de Europa del norte, corren un mayor riesgo de tener esclerosis múltiple. Las personas de descendencia asiática, africana o indígena estadounidense corren el menor riesgo. En un estudio reciente, se señala que la cantidad de jóvenes adultos hispanos y de piel negra con esclerosis múltiple puede ser mayor de lo que se pensaba.
Clima. La esclerosis múltiple es más frecuente en países con climas templados, entre ellos, Canadá, los estados del norte de los Estados Unidos, Nueva Zelanda, el sureste de Australia y Europa. El mes de nacimiento también puede afectar las probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple, ya que la exposición al sol cuando la madre está embarazada parece disminuir el desarrollo posterior de esclerosis múltiple en estos niños.
Vitamina D. Tener niveles bajos de vitamina D y una baja exposición a la luz solar se relaciona con un mayor riesgo de esclerosis múltiple.
Genética. Se ha demostrado la relación de un gen del cromosoma 6p21 con la esclerosis múltiple.
Obesidad. Se encontró una relación entre la obesidad y la esclerosis múltiple en mujeres. Esto se da, sobre todo, en la obesidad infantil y adolescente femenina.
Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Corres un riesgo levemente mayor de desarrollar esclerosis múltiple si tienes otros trastornos autoinmunitarios, como enfermedad tiroidea, anemia perniciosa, psoriasis, diabetes tipo 1 o enfermedad inflamatoria intestinal.
Fumar. Los fumadores que presentan un síntoma inicial que podría indicar esclerosis múltiple tienen más probabilidades que los no fumadores de presentar un segundo evento que confirme la esclerosis múltiple recurrente-remitente.
Complicaciones
Las personas con esclerosis múltiple también pueden tener:
Rigidez muscular o espasmos.
Debilidad grave o parálisis, por lo general en las piernas.
Problemas de vejiga, intestino o disfunción sexual.
Problemas cognitivos, como olvidos recurrentes o dificultad para hallar palabras.
Trastornos del estado de ánimo, como depresión, ansiedad o cambios de humor.
Convulsiones, aunque en muy raras ocasiones.