Durante el año pasado en un entrenamiento en el Club Manquehue, el joven tenista chileno Ignacio Tejeda comenzó a sentir fuertes dolores en ...
Durante el año pasado en un entrenamiento en el Club Manquehue, el joven tenista chileno Ignacio Tejeda comenzó a sentir fuertes dolores en el pecho. En un principio, sus entrenadores creían que era muscular, pero tras realizarse exámenes, le detectaron un gran tumor en la zona, que además le apretaba los pulmones.
Después de aquel día todo comenzó a cambiar para él y su familia, ya que tuvieron que iniciar un tratamiento inmediato, primero en el país y después radicándose en Estados Unidos.
El joven comenzó su tratamiento en la Clínica Las Condes. Allí fue intervenido por primera vez. Sin embargo, al asistir al primer control tras su intervención, se detectó que su situación había dado otro giro radical.
Las dificultades de la familia aumentaron cuando, durante los últimos meses, más allá de la enfermedad de Ignacio, debían costear el doble trasplante de células madre que requería, teniendo que reunir cerca de un millón de dólares.
“Después de ese crudo diagnóstico, el tratamiento se centró en intentar reducir el tamaño del tumor. Cuatro ciclos de tres quimioterapias, divididos en una larga y dos ambulatorias, le permitieron bajar en un 70% el tamaño, por lo que la sugerencia fue continuar con las quimios o realizar una cirugía. Se optó por lo segundo. Lo operaron el 23 de julio, un día antes de su cumpleaños. Salió bien la operación y le indicaron dos sesiones más de quimio para que no se escaparan algunas células por si acaso. Todo iba bien hasta que empezó a sentir dolor en la zona de las costillas. Decía que le pinchaba. Finalmente, le hicieron exámenes y se dieron cuenta de que no solo el tumor había crecido de nuevo, sino que era más grande que el anterior”, sostenían sus cercanos al diario La Tercera.
Tras ello, agregan que “después vinieron dos ciclos de quimioterapias muy agresivas y las aguantó relativamente bien. Luego, le volvieron a hacer exámenes y la alfaproteína bajó de 4.000 a 3.950. Es decir, no había mucho avance. Así que le dieron dos alternativas: ver un trasplante de médula acá, aunque en Chile no había especialistas en tumores sólidos. La otra opción, era irse al Hospital MD Anderson de Houston, un centro especializado en cáncer“, optando finalmente por viajar a Estados Unidos.
Ignacio fue sometido a varias sesiones de quimioterapia hasta finales de noviembre. Tras ello, su familia aseguraba que se encontraba estable, aunque las últimas semanas comenzó a decaer nuevamente. Ignacio la luchó hasta el final.