El gobierno planteó inicialmente subir las pensiones básicas por tramos en tres años. Sin embargo, dicha propuesta no fue aceptada por los p...
El gobierno planteó inicialmente subir las pensiones básicas por tramos en tres años. Sin embargo, dicha propuesta no fue aceptada por los parlamentarios del bloque opositor, quienes pretenden una gradualidad distinta. Además, pidieron un alza del subsidio al transporte público para todos los adultos mayores.
Hasta casi la medianoche de ayer se extendió la jornada de negociaciones entre el gobierno, representado por los ministros de Hacienda y Trabajo, Ignacio Briones y María José Zaldívar, respectivamente, el oficialismo y la oposición en el Senado, con el objetivo de sortear dos obstáculos: apurar el trámite del proyecto de Presupuestos que debe estar despachado el próximo martes 26 de noviembre, y dar una señal real sobre un incremento de las pensiones básicas.
Tras un activo intercambio de propuestas, la oposición se fue a dormir con la última oferta del gobierno, la cual fue visada por el Presidente Sebastián Piñera, y que se espera mejorar un poco más hoy, en casi todos los puntos abordados.
Lo primero, era el tema de pensiones. La última fórmula implica un aumento inmediato en enero de 2020 de 50% en las pensiones básicas de los mayores de 80 años; para el tramo de entre los 75 y 80 años subiría 30% en 2020, y 20% en 2021. Para aquellos de entre 65 años y 75 años el alza en 2020 sería de 25% y de 25% en 2021. En eso están casi todos de acuerdo.
Además, se llegó a que el subsidio para el transporte público de los adultos mayores será universal. El tema en discusión es cuánto sería, el gobierno lo subió a 25%, pero la oposición espera un poco más.
El otro punto que se sumó es el subsidio de un ingreso mínimo garantizado que se subió de los $350.000 planteados en el proyecto a $400.000. La duda que surgió en la oposición fue que la fórmula planteada por el gobierno, tanto para la gradualidad de la medida como para entregar el financiamiento y su impacto en los salarios abría muchas interrogantes, y esperan una respuesta más acotada hoy.
Pero el punto de quiebre en la mesa de negociaciones fue uno que no está relacionado directamente con el Presupuesto, y está más vinculado con las pensiones. El gobierno y la DC querían incorporar en el acuerdo una señal respecto de un acuerdo más global sobre el proyecto que se analiza en la Cámara de Diputados. Y dejar explicitado que se pedirá una contribución extra de 5% al empleador, de los cuales el 2% irá a un sistema solidario y el 3% a capitalización individual. “Queremos dar una señal de que estamos por mejorar las pensiones de todos y que estamos dispuestos a avanzar en esa línea. Si de esto hemos estado conversando hace tiempo”, sostuvieron en el oficialismo.
El punto es que los senadores del PS y del PPD se resistieron a este punto porque comentaron que la reforma de pensiones es un tema muy complejo y técnico que no puede zanjarse en 24 horas. “Hay una duda legítima de que este acuerdo en esta etapa pueda hipotecar el resultado posterior de las conversaciones, y que por dar una señal ahora podamos enfrentar problemas después en el resto del proyecto”, señalaron desde este bloque.
De esta forma pensiones siguió tomándose la discusión del Presupuesto 2020, hasta el punto que ayer retrasó el inicio del debate de este proyecto ante la insistencia de la oposición de que el gobierno colocara algo sobre la mesa para conversar.
En términos prácticos se esperaba que las conversaciones fructificaran antes de las 19 horas, plazo inicial para permitir la presentación de indicaciones que dieran cuenta de un acuerdo; sin embargo, después ese plazo se postergó para hoy a las 10 horas. Esto, debido a que se debe contar con la unanimidad de la Sala para ingresar una propuesta.
No obstante, en paralelo, el gobierno ingresó una indicación para eliminar la propuesta de la discordia de la diputada Ximena Ossandón (RN) que elevaba la pensión básica en 50%, en vez del 20% acordado en la Mixta. Esta decisión molestó a las diputadas de la Comisión de Trabajo que, además, criticaron a los senadores de la oposición por sentarse a negociar este punto con la autoridad.
“Hemos pedido al gobierno y a los senadores mantener la indicación en los mismos términos que salió de la Cámara de Diputados”, dijo la diputada Karol Cariola (PC); mientras que la titular de Trabajo, Gael Yeomans (Convergencia Social) replicaba: “No es negociable el 50% bajo ningún ámbito”; y Maite Orsini subrayaba: “En la Cámara es transversal que la señal que debemos dar hoy es que ningún adulto mayor de los más vulnerables va a tener una pensión por debajo de la línea de la pobreza”.
Incluso sostuvieron que si los senadores reducen ese nivel, la Cámara rechazará la partida del Ministerio del Trabajo, lo cual obligará al proyecto a un cuarto trámite en Comisión Mixta.
Desde que empezó esta semana el gobierno ha tratado de buscar una solución para que no prospere el alza del 50% (a $160.000) de la pensión básica que implicaría recursos por US$1.000 millones. Primero planteó elevarla al mismo monto en cinco años, lo que fue rechazado por RN en el comité político del lunes.
Durante la noche del lunes elaboró otras fórmulas y el ministro Briones llegó al Congreso con la propuesta de mantener en 20% el aumento y subirla gradualmente a la línea de la pobreza (de hoy) en algunos años. En principio, la gradualidad sería de tres años. Pero todas fueron rechazadas, hasta que anoche fue concordadada una nueva fórmula.