Es posible que el tétano aparezca en lesiones en las que hay piel muerta como las de quemaduras, congelación, gangrena o heridas por aplasta...
Es posible que el tétano aparezca en lesiones en las que hay piel muerta como las de quemaduras, congelación, gangrena o heridas por aplastamiento.
Es un padecimiento grave que se puede prevenir y que afecta a los músculos y el sistema nervioso. Generalmente se presenta como resultado de una herida en la piel que se infecta con una bacteria llamada clostridium tetani, que se halla con frecuencia en la tierra.
“La mayoría de los casos de tétano suceden luego de una lesión punzante profunda o un corte, como una herida provocada por pisar un objeto corto punzante. En algunos casos, la contusión es tan pequeña que la persona ni siquiera consulta al médico”, explicó la doctora Luz Helena Hincapié Osorio.
Es posible que el tétano aparezca en lesiones en las que hay piel muerta como las de quemaduras, congelación, gangrena o heridas por aplastamiento.
Las heridas contaminadas con tierra, saliva, o heces, “así como las pinchaduras de la piel con agujas no esterilizadas como las que se utilizan para la aplicación de medicamentos, tatuajes y orificios corporales que no son realizados por profesionales también conllevan un mayor riesgo”, añadió Hincapié Osorio.
Existe otra forma de tétano y es el neonatal, que se da en recién nacidos en lugares con falta de higiene, en especial si el cordón umbilical se contamina.
¿Cuáles son sus síntomas?
El tétano suele iniciar con espasmos musculares en la mandíbula denominados trismo y puede ir acompañado de dificultad para tragar, así como de rigidez o dolor en los músculos del cuello, hombros y espalda. “Estos espasmos se pueden extender hacia los músculos del abdomen, la parte superior del brazo y los muslos. Los síntomas pueden surgir en cualquier momento, desde días a meses después de haber estado expuesto a la bacteria”, agregó Hincapié Osorio.
En algunas oportunidades, los espasmos afectan músculos de la respiración, lo cual puede llevar a problemas respiratorios. La acción muscular prolongada causa contracciones súbitas, fuertes y dolorosas de grupos musculares, lo cual se denomina tetania. Estos episodios pueden provocar fracturas y desgarros musculares.
Entre otros síntomas se tienen: babeo, sudoración excesiva, fiebre, espasmos de la mano o del pie o ambos, irritabilidad, dificultad para tragar, micción o defecación incontrolables.
