Diez de los 35 cupos que se anunciaron para nuevos Liceos Bicentenario se espera que sean para La Araucanía. De esta forma, la región podría...
Diez de los 35 cupos que se anunciaron para nuevos Liceos Bicentenario se espera que sean para La Araucanía. De esta forma, la región podría quedar con 15 establecimientos educacionales de este tipo.
Esta semana, desde los ministerios de Educación y del Trabajo se lanzó la convocatoria para que los colegios postulen al programa Liceos Bicentenarios de Excelencia, que tendrá 35 cupos para el próximo año.
Así lo explicó la seremi de educación, Alicia Bahamondes, quien dijo que este es un desafío, ya que la educación técnico-profesional se ha ido dejando de lado, por lo que con esto se pretende revitalizarla.
De todas formas, los establecimientos que quieran convertirse en Bicentenario deben cumplir con ciertos requisitos, tales como estar dentro del 20% con mejor rendimiento en Simce y alcanzar un 75% de tasa de titulación, entre otros y postular hasta el 21 de noviembre.
Con estas iniciativas, el Gobierno pretende llegar al 2020, con un total de 300 establecimientos de excelencia en el país, enfocándose principalmente en los técnico-profesionales.
El plan contemplará un convenio con metas para los colegios, como ubicarse en el 20% superior del Simce. Experto plantea que el sector debe definir sus objetivos, avanzar a la educación dual y dar más certificaciones.
En su programa de campaña, el Presidente Sebastián Piñera anunció la ampliación de los Liceos Bicentenario, de los 60 existentes actualmente, para llegar a 300 recintos, los que estarán centrados principalmente en la educación técnico profesional, que es donde estudia el 38% de los escolares de educación media.
De los 240 liceos que faltan, el gobierno formará 35 el próximo año, en un anuncio que el Presidente realizaría hoy, con el cual se abrirá una convocatoria para que establecimientos ya existentes puedan postular a convertirse en un recinto de excelencia. Para ello, la Ley de Presupuestos ya contempla $ 4.946 millones para infraestructura y mobiliario.
Según una minuta del Ejecutivo , los liceos que quieran postular deberán presentar un plan de acción para cumplir las metas del programa, como por ejemplo llegar a ubicarse en el 20% de colegios con mejores resultados en el Simce, alcanzar una tasa de graduación del 75% y contar con convenios con empresas e instituciones de educación superior.
Los liceos deberán firmar un convenio de desempeño a un plazo de ocho años para cumplir las metas, con objetivos como “entregar una educación de calidad”, “construir un fuerte vínculo con la empresa y el territorio, acercar a los estudiantes a la experiencia del mundo del trabajo a través de modelos de alternancia” y “generar las oportunidades para la continuidad de estudios en la educación superior”.
A cambio, el Estado los apoyará con hasta un máximo de $ 241 millones por liceo, para mejorar sus condiciones y alcanzar las metas.
Actualmente, existen 60 Liceos Bicentenario, creados en el primer gobierno de Piñera, que suman 50.616 estudiantes. De ellos, nueve imparten educación técnico profesional, y cuatro están clasificados en la categoría de desempeño más alta de la Agencia de Calidad de la Educación. Y con los 240 recintos que esta administración abrirá hacia 2022, se espera aumentar el beneficio a 150 mil estudiantes.
Desafíos del sector
Entre los indicadores educacionales, los Liceos Bicentenario sobresalen en casi todos. Por ejemplo, el 66,9% de sus estudiantes que rindieron la PSU el año pasado, quedó por sobre el promedio nacional, lo que implica un alza de 20 puntos respecto a 2011, cuando fueron creados, y los deja en un mejor nivel que a los liceos emblemáticos.
Y a nivel Simce, el año pasado los Bicentenario obtuvieron 296 puntos promedio en la prueba de Matemática y 276 en la de Lenguaje, un alza cercana a los 10 puntos respecto a los test de 2010, y que los deja por sobre los liceos emblemáticos e incluso alcanzando el nivel de la educación particular.
Sin embargo, a nivel técnico profesional, los nuevos liceos tendrán que enfrentar desafíos muy distintos a los que vivieron sus predecesores. El gerente de Educación de la Sofofa, Pablo Kusnir, que tiene a su cargo nueve liceos técnicos, cuenta que ese sector aún tiene muchos cambios que realizar.
“Lo más importante es definir el rol de la educación técnica profesional en contraposición a lo que sucede en educación superior. Ahora se contraponen los objetivos, porque no se sabe muy bien si hay una continuidad de esta educación a los CFT, IP y universidades, o si esta educación técnica es capaz por si sola de insertar laboralmente a alguien”, explica.
Además, es necesario masificar la educación dual, un modelo europeo en la que los jóvenes pasan tres días en los liceos y dos en la industria. Eso permite que “la empresa participe de la formación, lo que es vital, porque es la empresa la que determina cuáles serán las necesidades de capital humano, y hoy los que determinan eso son las universidades o el Mineduc”.
Kusnir cree que también los liceos deben entregar habilidades blandas, porque hoy los empleadores exigen “puntualidad, responsabilidad, trabajo en equipo, buena dicción, trabajo bajo presión, pero el sistema no está entregando esto”.
Kusnir cree que también los liceos deben entregar habilidades blandas, porque hoy los empleadores exigen “puntualidad, responsabilidad, trabajo en equipo, buena dicción, trabajo bajo presión, pero el sistema no está entregando esto”.
E igualmente deben entregar más certificaciones que el solo título de enseñanza media. “Por ejemplo, los que estudian construcciones metálicas, que salgan con un certificado de soldador; los que estudian electrónica, que salgan con certificación en programación”, plantea.
La agenda técnica
En la antesala al anuncio de los nuevos Liceos Bicentenario, el Presidente Piñera lanzó ayer una agenda de modernización para el sector técnico profesional, que contempla la elaboración de un mapa geo-rreferencial de los liceos de este tipo y sus especialidades, además de la formación de mesas regionales sectores productivos para mejorar la calidad.
Y también se contemplan medidas para la educación superior, como potenciar las pasantías técnicas fuera de Chile, crear un Consejo Asesor Técnico-Profesional para delinear estrategias para el sector, y expandir la gratuidad en Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales del 60% al 70% de los estudiantes más pobres, medida que ya se tradujo en el ingreso de un proyecto al Congreso Nacional.
“Queremos poder integrar la educación técnico-profesional a nivel escolar, con la educación técnico-profesional a nivel superior y con el mundo productivo porque esa es la trilogía que nos va a permitir hacer la diferencia”, dijo el Mandatario.