La doctora Ester Santander, de Centros Médicos Vidaintegra, dice que aunque no es una infección grave ni peligrosa, sí bastante molesta, pue...
La doctora Ester Santander, de Centros Médicos Vidaintegra, dice que aunque no es una infección grave ni peligrosa, sí bastante molesta, puede transformase en una afección crónica si no se trata debidamente.
Se acerca el verano y muchas mujeres ya comenzaron a preocuparse de los pies tanto de su buen estado como de la estética.
En este sentido, uno de los problemas que complican a esta zona del cuerpo son los hongos. Un alto porcentaje de la población los padece y no discriminan por edad ni sexo.
La doctora Ester Santander, de Centros Médicos Vidaintegra, dice que “los hongos más comunes se denominan dermatofitos, que consiste en una infección de los espacios entre los dedos y la planta del pie, y la onicomicosis, que ataca a las uñas del pie y en forma secundaria puede comprometer a las manos. En los hombres, además, por el contacto se puede extender a la zona inguinal”.
Hay varios factores que predisponen el surgimiento de este tipo de afecciones, tales como el calzado cerrado, que provoca mayor humedad en los pies, sudoración excesiva, una lesión leve, grieta o deformidad en las uñas, además de caminar descalzos en entornos húmedos, como camarines o duchas públicas y falta de secado entre los dedos de los pies.
SÍNTOMAS
En los adultos los hongos son completamente asintomáticos y lo único que se observa es una piel descamada y áspera, remarca la especialista.
En otras ocasiones, el paciente puede presentar enrojecimiento, maceración entremedio de los dedos, escozor y dolor leve en la zona afectada, que puede intensificarse si la infección se extiende.
La profesional sostiene que si bien los hongos en la piel son bastante comunes en adultos, niños y especialmente en adolescentes, no es una infección grave ni peligrosa, aunque bastante molesta y puede transformase en una afección crónica si no se trata debidamente.
En algunas ocasiones, a partir de las fisuras presentes en los pies, pueden ingresar bacterias que generen infecciones severas, como celulitis y erisipela, mucho más frecuentes en pacientes con baja inmunidad, como los diabéticos, en quienes las complicaciones podrían ser graves.
A pesar de que los hongos son contagiosos, la dermatóloga explica que hay varias medidas que se pueden adoptar para prevenir este tipo de afecciones, como por ejemplo: secar con toalla nova entre cada dedo después de la ducha, usar chalas en duchas públicas, lugares desconocidos y cualquier sitio con mucha humedad.
En caso de sospecha de hongo, enfatiza en la importancia de acudir inmediatamente a un especialista.
En muchas ocasiones y por desconocimiento, las personas pueden automedicarse y según la facultativa “esto podría empeorar la afección, ya que el tratamiento a seguir depende del tipo de infección que presente la persona y una mala medicación puede retrasar la mejoría y las molestias del paciente”.
RECOMENDACIONES PARA PREVENIR SU DESARROLLO
La especialista entrega varios consejos para prevenir el desarrollo de este tipo de afecciones.
► Buena higiene: Mantener los pies limpios y secos, y ducharse después de realizar actividad física.
► No compartir utensilios: El cortauñas, las tijeras o limas de pies son de uso personal.
► Utilizar talco antimicótico: Este tipo de productos ayudan a mantener los pies en buen estado, más aún si siempre frecuenta lugares donde hay mucha humedad.
► Preferir zapatos de cuero: En época de calor es recomendable el uso de zapatos de piel natural, por sobre los sintéticos, que provocan mayor sudoración y mal olor en los pies.
► Protección solar: Al igual que otras partes del cuerpo, los pies también hay que cuidarlos de la radiación ultravioleta, especialmente si están expuestos directamente al sol. Un buen bloqueador ayudará a prevenir quemaduras.
► Usar cremas para los pies: Esto permitirá mantenerlos hidratados en forma permanente y que luzcan sin grietas, especialmente en el verano.
► Cambiar los calcetines a diario: Al igual que la ropa interior, éstos se deben cambiar todos los días para evitar infecciones y mal olor. La especialista recomienda el uso de calcetines de cobre, ya que evitan la infección.